El episodio de un ex militar que disparó en contra de dos presuntos delincuentes en el mercado de la Merced el lunes pasado abrió el debate sobre la legítima defensa.
En México conforme al artículo 15, fracción IV del Código Penal del Distrito Federal, la legítima defensa sucede cuando:
Entérate:
«Se repela una agresión real, actual o inminente, y sin derecho, en protección de bienes jurídicos propios o ajenos, siempre que exista necesidad de la defensa y racionalidad de los medios empleados y no medie provocación dolosa suficiente e inmediata por parte del agredido o de la persona a quien se defiende».
María Cruz Camacho Brindis de la Universidad Nacional Metropolitana (UAM) señala que toda legítima defensa requiere de una agresión y de una respuesta a esa agresión, lo que implica la presencia de: agresor agredido y defensor. Siendo el defensor, en algunos casos el mismo agredido.
Para que la agresión quede justificada y se pueda hacer uso de la legítima defensa es necesaria «una amenaza proveniente de una acción humana con respecto a un bien jurídicamente protegido».
Los casos en los que se puede hacer uso de la legitima defensa están que la agresión sea directa y sin motivo aparente, que sea una racionalidad entre el medio empleado para impedirla o repelerla y el acto delictivo o que aquel que se defiende no haya provocado previamente al agresor.
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También si una persona entra sin derecho al lugar en que habite temporal o permanente una persona o familia, la persona tiene derecho a defenderse.
¡Ojo! No todas las formas de repeler una agresión son calificadas como legítima defensa existen límites para neutralizar el ataque, que deben tener una coherencia con el nivel de la agresión. Es decir, no se puede actuar con saña o en una posición de ventaja. De lo contrario el agresor podría pasar a ser la víctima y presentar cargos.
Este lunes pasado, un ex militar baleó a dos asaltantes en las inmediaciones del mercado de La Merced tras frustrar un asalto. El hombre fue liberado 24 horas después debido a que el Ministerio Público de la Procuraduría General de Justicia (PGJ CDMX) determinará que actuó en legítima defensa para salvaguardar su integridad.
El hombre de 56 años aseguró que al negarse al asalto, uno de los asaltantes le ordenó a su cómplice lo ejecutara, lo que provocó que el ex militar usara su arma para defenderse.
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